Cultura Financiera - 14 de marzo 2022
Al iniciar o expandir un negocio, los emprendedores se enfrentan a una toma de decisiones muy importantes que pueden dictar el éxito del lanzamiento de ese nuevo proyecto. Uno de los aspectos más relevantes a considerar es el capital con el que se cuenta para echar a andar la operación.
Un ejemplo de ello, es la administración del presupuesto para maquinaria, flotas u otros servicios necesarios para la empresa, en el caso de que se utilice transporte. Y aquí es donde se cuenta una opción muy beneficiosa que existe, pero pocos emprendedores conocen: el arrendamiento.
El arrendamiento consiste en un contrato con proveedor, en el cual se compromete a otorgar los bienes o servicios a una empresa en un tiempo determinado. En este acuerdo, deberás de responsabilizarte a pagar una renta que cubrirá el uso de los bienes o servicios que estés solicitando.
Cuando el contrato termine, tendrás distintas opciones que van desde, prolongar el plazo de arrendamiento pagando rentas inferiores, participar con el arrendador en la venta del bien a un tercero, comprar el bien a un precio inferior, o bien, simplemente renovar o terminar el contrato.
En la teoría de la administración existe una premisa que sugiere que las empresas deben comprar los activos que se aprecien con el tiempo y rentar los que pierdan valor, sin embargo, los emprendedores algunas veces lo hacen al revés: compran los bienes para operar o expandir el negocio, antes de saber si realmente dichos bienes generarán valor.
Pero más allá de la veracidad de esta premisa, existe un hecho relevante: A través del arrendamiento, las PYMES pueden deducir 100% de sus gastos. El desconocimiento de esta forma de contar con activos o servicios ocasiona que las empresas paguen más impuestos.
Además, un arrendamiento puede estar al alcance de cualquier empresa constituida, ya que, para obtener un arrendamiento, solo se debe presentar estados financieros, estados de cuenta y tener en orden la declaración de impuestos, por lo que se vuelve muy accesible.
En resumen, el arrendamiento puede ayudar a crecer tu negocio, ya que entre los beneficios se incluye la posibilidad de conseguir descuentos con el proveedor al momento de adquirir maquinaria o equipo, así como mejorar la productividad y calidad de tu empresa. Si por alguna razón, el negocio no continúa puedes terminar tu contrato, y por supuesto, la deducción de impuestos significa una liquidez especial a tu favor.
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