Cultura Financiera - 22 de junio 2022
Actualmente, existen distintos productos financieros para adquirir un auto. El más común y conocido es el crédito, sin embargo, existen otras opciones, sobre todo en estos tiempos de altas tasas de interés e inflación, el arrendamiento. ¿Cuál es mejor? Eso dependerá de la necesidades y objetivos que tengas.
Empecemos por el arrendamiento, en este pagas una renta por el auto, pero no eres propietario, la ventaja es que el dueño del auto, es la arrendadora.
Existen dos tipos de arrendamiento: puro y financiero.
En el arrendamiento puro, pagas la renta del auto y al final tienes la opción de devolverlo o renovarlo por un auto nuevo. Por otra parte, en el arrendamiento financiero, al terminar el plazo, puedes adquirir la unidad por su valor restante, ya sea financiado o de contado o alargar el plazo por rentas mensuales. Todo depende de la institución donde acudas y las facilidades con las que cuenten.
Otra de las ventajas del arrendamiento es la deducción de impuestos. En México el puro es deducible de impuestos al 100%, mientras que el financiero es deducible $200 diarios y se tiene un tope de deducción que varía, por ejemplo, si es un auto híbrido o eléctrico, el tope es mayor.
Así que, si en tus necesidades está cambiar constantemente de auto, el arrendamiento puede convenirte. Es común que sean los vehículos para una empresa a los que les funcione mejor esta opción, por su actualización y la deducción de impuestos.
Ya sea para personas físicas o morales, las mensualidades de un arrendamiento suelen ser más bajas, pero si bien, esta opción tiene sus ventajas, existen algunos puntos en contra como que al ÿnal, el auto no es tuyo y algunas arrendadoras ponen límites en el kilometraje, que si lo excedes pueden existir penalizaciones.
Por otro lado, si estás aspirando a tener un bien propio, la opción del crédito automotriz puede ser conveniente y consiste en un préstamo a través del cual, las instituciones financieras entregan a los clientes una cantidad de dinero para la adquisición de un automóvil.
El crédito funciona a través del pago de un enganche sobre el valor del bien por adquirir, el resto será liquidado a través de mensualidades que incluye el pago de intereses, tasa, seguro o garantías extendidas. La ventaja es que el bien se vuelve propio y no hay tope de kilometraje, pero hay que contemplar gastos de mantenimiento y la devaluación del bien.
Una vez teniendo presente estas características podemos seleccionar la mejor opción que se adapte a tus necesidades.
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