Cultura Financiera - 06 de agosto 2021
Después de un tiempo considerable, mucho trabajo y dedicación, por fin ocurrió: tu empresa comenzó a generar ganancias y el capital está creciendo. Además, cuenta con activos suficientes y un colchón de ahorro que permitirá solventar cualquier imprevisto que se presente. ¿Entonces, cuál podría ser el siguiente paso? Es sencillo: la inversión.
Justo cuando parece que el crecimiento económico del negocio está topado a pesar de ser estable y el capital permanecerá tan solo de ese modo durante un buen rato, la inversión es una excelente solución que garantizará la continuidad y desarrollo de cualquier empresa, siempre y cuando se haga de la mano de un experto para que los rendimientos obtenidos sean óptimos. Si bien existen muchísimas alternativas y productos de inversión, es indispensable analizar todas las variables posibles que puedan influir (de forma positiva o negativa) en la inversión realizada, a través de una asesoría adecuada.
La forma más sencilla de invertir es, sin duda, a través de una cuenta bancaria, gracias a la enorme oferta de servicios financieros que permiten automatizar el monto a invertir desde una cuenta hacia un producto de inversión, de los cuales algunas alternativas son Cedes, Pagarés, Fondos, entre otros, que permitan la compra de instrumentos en diversos mercados. De este modo, a partir de una cuenta eje es posible administrar a los productos de inversión, y muy importante, consultar los términos y condiciones.
Para elegirlo correctamente y que los resultados sean óptimos, lo más importante es conocer el objetivo de dicha inversión y en cuánto tiempo se desea lograr. Por esta razón, actualmente existen en el mercado productos diseñados especialmente para aumentar el capital de las empresas de la mano de especialistas financieros.
Es necesario considerar aspectos como el plazo, el perfil de inversionista de la empresa y las tasas establecidas de cada producto, así como el nivel de riesgo que cada compañía está dispuesta a asumir. Pero también, se deben tomar otras en cuenta como el tamaño de la empresa y su tiempo de operación para realizar elecciones más inteligentes.
Invertir es para todos, no importa el tipo de patrimonio que se busque crecer. A través de una buena asesoría y decisiones adecuadas será posible realizarlo de forma sencilla y con resultados óptimos.
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